martes, 1 de enero de 2013

Capítulo 2: La novia de Jay

Jay se fue también hacia el hotel, que, casualmente, era el mismo en el que se alojaba Hayley, pero no se encontró con ella.
-¿Quien era esa Jay?-dijo una chica bajita y con el pelo negro como el carbón.
-Una chica, Carly, ¿Por qué eres tan celosa?
-Porque soy posesiva, eres mío y espero que lo sigas siendo ¿Entendido?
-Sí, no te preocupes, es una chica, además es estadounidense, y tampoco me ha parecido muy interesante, será una chica típica sin nada interesante que contar.-dijo Jay.
-Tenía toda la pinta de ser una friki.
-Tampoco seas mala Carly.-dijo Jay
-Como quieras, me voy a dar una vuelta, nos vemos a la hora de comer.-Carly dijo esto y se fue rápidamente.
Carly no era la típica chica que se ponía celosa porque quisiera a su novio, no. Era la típica chica que sabía que no iba a encontrar nada mejor y que sabía que Hayley era mucho más interesante que ella además de probablemente más agradable. No le importaba que le quitara a Jay por el hecho de que le quitara a Jay, le preocupaba por el hecho de que era patético para alguien como ella que una chica como Hayley que ni siquiera habían pasado 20 minutos juntos le quitara a su novio. Su principal objetivo en aquel momento era encontrar a la Hayley para decirle que se alejara de su novio. Pasó dos horas buscándola por todas partes, menos en el lugar probablemente más evidente de todos, la cafetería del hotel. Ese fue el único sitio en el que no miró, así, que no la encontró y a la hora de comer cuando se sentó en una mesa a comer con Jay vio como se levantaba y se iba.
Hayley no podía sacarse a Jay de la cabeza, no quería estar así porque sabía que si le gustaba y le veía con otras chicas se pondría celosa y los celos no son buenos, también sabía que probablemente tenía novia, así que eso era aún peor, cuanto más celoso estés de una persona porque te gusta y anda con otra más te gustará hasta que te enamores, algo que Hayley no pensaba permitirse, porque enamorarse quiere decir sufrir y sufrir aún más no era algo que le apeteciera mucho. Lo único bueno que tenía estar en aquel lugar para ella era que no tenía que soportar a su familia, lo cual, es fantástico, la familia de Hayley es la típica familia que hacen muchas cosas juntos, quizás demasiadas y para una persona como ella eso era lo peor. Sonó su teléfono, su madre, como no.
-¿Qué quieres mamá?-dijo Hayley de mala gana.
-Pues quiero que me expliques porque no me mandaste un mensaje diciéndome que salías.
-¿Como que no te lo mandé? Lo que pasa es que eres una inútil y no sabes usar tu teléfono, que hay que dártelo todo hecho, como a los niños pequeños.
-Jovencita no me hables así.
-Déjame en paz, vete a darte un masaje o cualquier cosa y olvídate de mi existencia.
Hayley colgó el teléfono antes de que su madre pudiera decirle nada y se fue a la playa a darse un baño, no era una de esas cosas que la desagradaban como el resto de actividades posibles del mundo. El agua estaba congelada, estaba por irse al hotel cuando apareció la persona acertada justo e le momento acertado, aunque por desgracia no estaba solo.
-¿Está fría?-dijo él.
-Un poquito-dijo Hayley
-Ah, sí, Hayley, esta es Carly, mi novia.-dijo Jay
-Encantada de conocerte.-dijo Carly.
-Igualmente.
Sonrió, pero de modo falso, se notaba que Carly no era de su agrado y no solo porque fuera la novia de Jay, que también era por eso, pero por su forma de ser, por la palabra que habían cruzado y por la mirada que le había lanzado se dio cuenta de que no podían ser amigas así que lo mejor sería dejarlo estar y hacer como si no le gustara Jay, lo cual era bastante triste porque si que le gustaba. "Estúpido cerebro" el primer pensamiento de Hayley al darse cuenta de que estaba celosa lo que quería decir que le gustaba Jay. No podía ser, tenía que quitárselo de la cabeza, eso era lo peor que le podía pasar en aquel momento, porque sabía que si seguía viéndole por allí y hablando con él se enamoraría y eso no podía ser. En su cabeza elaboró la mejor táctica que pegaba con su personalidad, le ignoraría y si él le hablaba ella se limitaría a ser una desagradable, que tampoco le iba a costar demasiado.
-Tengo que irme.-dijo Carly-¿Hablamos luego Jay?
-Claro, adiós.-dijo él secamente
Carly le besó en la mejilla, miró a Hayley con desprecio y se fue dejándolos solos aunque rodeados de gente. ¿Que hacer en esa situación? ¿Cuando ves que la otra persona que te encanta tiene pareja?
-No te agrada ¿Verdad?-dijo Jay.
-No te mentiré, me desagrada más que mi madre lo cual es bastante.
-Vamos Hayley seguro que tu madre es agradable.
-No, ¿Por qué estoy hablando de esto contigo?
-Porque a veces las personas que mejor pueden ayudarnos son unos completos desconocidos que pueden saber como te sientes.
-¿Sabes como me siento acaso?
-No, pero quizás pueda ayudarte.
-Gran razonamiento.-dijo Hayley entre risas.

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