lunes, 31 de diciembre de 2012

Capítulo 1: Hayley

"Quizás debería rendirme ya", esas palabras que pasaban una y otra vez por la mente de Hayley y es triste, muy triste, que una chica de apenas 16 años piense en eso.
-Hayley, ¿Todavía no estás preparada?-dijo Miriam, su madre.
-No mamá, no sé por qué tengo que darme prisa si yo no quiero irme de aquí.
-Si por ti fuera no saldrías de casa, y eso no puede ser, Hayley esa apatía no es buena, es que eres una vaga siempre encerrada en tu habitación.
-Como puedes estar tan ciega...-dijo Hayley en un susurro.
-¿Que dices?
-Nada mamá.
-De acuerdo, date prisa, nuestro avión sale en media hora.
Hayley no tardó nada en hacer sus maletas, cuando las cerró las metió en el maletero y se sentó en el asiento trasero del coche, era impresionante que su madre pensara que era apática cuando realmente estaba deprimida pero eso era algo que su madre no podía ver porque su madre era egocéntrica, pero muy egocéntrica, pensaba que todo giraba en torno a ella y lo que le pasara a Hayley le importaba poco, Miriam pensaba que con la muerte de su madre hace 4 meses no había afectado a Hayley pero se equivocaba porque algo que nadie sabía era que la única persona con la que Hayley estaba a gusto era su abuela, era como su 2º madre, bueno, su 1º porque para Hayley, Miriam nunca fue su madre. Miriam subió al coche lo más rápido que pudo y comenzó a conducir camino del aeropuerto.
-Hayley, no quiero que te enfades con migo pero creo que debemos irnos de viaje para desconectar un poco, Hawaii es un sitio genial y hay adolescentes seguro que haces algún amigo.
-No quiero hacer amigos, quiero quedarme en casa.
-Allí no te consentiré esa apatía.
-Como quieras, llámalo apatía.
-Explícame entonces que es Hayley.
-Nada mamá, déjalo, no importa, sigue conduciendo.
Miriam siguió conduciendo, para ella era incomprensible como después de habérselo dado todo a su hija era tan infeliz, como después de haber tenido oportunidades para hacer lo que quisiera no hacía nada, como su hija no tenía planes de futuro, o por lo menos eso pensaba ella, su preciosa hija había cambiado mucho cuando cumplió 13 años, se volvió más rara que nunca, ya no era la misma, digna hija de su padre se podría decir, después del divorcio que tuvieron 7 meses atrás Miriam odiaba a su exmarido, por todo lo que hizo aunque eso no tiene nada que ver. Hayley no comprendía como su madre no entendía que a ella no le gustaba la gente ni hablar de lo que le pasa, ni el día, si por ella fuera solo saldría por las noches. 
El aeropuerto estaba abarrotado de gente así que tardaron bastante en llegar a la zona de embarque, pero al final cogieron el avión a tiempo para llegar a Hawaii a las doce de la mañana hora local. Hayley se puso lo más lejos posible de su madre, no quería pasar todo el viaje junto a ella porque no le gustaba su madre y eso era un factor a tener en cuenta de por qué no le gustaba hacer cosas en familia.
El viaje fue tranquilo, ninguna cruzó palabra con la otra así que no tuvieron oportunidad de discutir. Cuando llegaron a Hawaii el mayor deseo de Hayley era que su madre la llevara al hotel y que dejara que se fuera a su habitación y echara la siesta o escuchara música o cualquier cosa, pero lejos de ella. Así lo hicieron
-Hayley, llámame si necesitas cualquier cosa, si vas a salir a dar una vuelta o algo me mandas un mensaje ¿De acuerdo?
-De acuerdo, ahora, vete.-dijo mientras cerraba la puerta delante de su madre.
Se cambió, se puso algo más apropiado al clima de Hawaii, tenía una buena habitación y por primera vez en su vida quería salir a dar una vuelta lo cual era algo nuevo. Le mandó el mensaje a su madre como prometió y se fue a dar un paseo por los alrededores del hotel, era bastante grande y estaba lleno de gente de todos los colores y edades, era impresionante lo agradable que resultaba eso a pesar de estar lleno de gente. Sacó sus auriculares, los conectó a su móvil y comenzó a escuchar música mientras caminaba, fue a la playa más cercana y caminaba por la orilla mientras miraba como la gente hacía surf, era impresionante lo bien que se le daba  a la gente de por allí, además de que eran muchas las personas metidas en el agua en aquel momento.
Se quedó como una tonta mirando a un chico de más o menos su edad que estaba haciendo surf patosamente y que no paraba de caerse de la tabla, notó que el chico se percató de su persistente mirada porque la saludó con la mano, ante eso Hayley no supo que hacer así que forzó una sonrisa y le devolvió el saludo. Él sonrió y volvió a intentar subirse a la tabla pero la caída de aquel momento fue muchísimo más graciosa que las otras lo que hizo que Hayley se empezara a reír de un modo bastante llamativo aunque nadie la miró, seguramente porque la gente de allí parecían todos muy alegres y no paraban de reír y sonreír y esas cosas.
-¿Te hace gracia como me caigo de la tabla?-dijo el chico que se acercó a ella.
-No-dijo Hayley volviendo a su modo tan seco de contestar a todo el mundo.-es gracioso el hecho de que esta gente surfee tan bien y tu tan mal en comparación.
-¿Me hablas en serio? Esta gente son hawaianos, yo no
-Comprendo y ¿Tú de donde eres?
-Australia, ¿Tu eres de aquí?
-No, ya me gustaría, soy de Estados Unidos, soy Hayley encantada.-dijo mirando al chico a los ojos y sonriendo.
-Jay-dijo él.
-Encantada Jay, ya nos veremos algún día por aquí.-dijo Hayley mientras se despedía con la mano y se alejaba.
-Eso espero.-dijo sonriete Jay.

2 comentarios:

  1. La verdad es que la historia está bien, pero pones muy pocos puntos. Además, Hawaii es de Estados Unidos así que cuando Hayley se lo dice a Jay queda raro :| y otro dato, en Australia también hacen surf muy bien :)
    Espero que te sirvan de ayuda mis consejos ^^
    Voy a seguir leyendo :D

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  2. Sí, ya sé que hacen surf muy bien pero son mejores los hawaianos, gracias por decírmelo :))

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